El mito de las pensiones privadas

El sistema de previsión social «de reparto» que experimentó la Argentina desde la década de 1940 hasta 1994 es el principal responsable de la precariedad con la que han vivido, y siguen viviendo hoy, los jubilados y pensionistas. La característica central de este sistema es que la contribución de los trabajadores se destina a financiar las prestaciones de los jubilados. Este sistema, que ha quebrado sucesivamente a lo largo de nuestra historia y que podríamos denominarlo como «coactivo», no ha sido en el pasado, y no es en el presente, ni previsor ni social. Los actuales jubilados reciben sumas de dinero que no guardan relación con las contribuciones que han ido realizando durante su vida activa.

El cambio introducido al sistema en 1994, si bien lo reformó en cierto modo, conservó la naturaleza «coactiva» del sistema, ya que se le negó al trabajador la posibilidad de decidir sobre su patrimonio. Es cierto que se crearon las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), que han tenido como objetivo la administración de las contribuciones de los trabajadores. Sin embargo, estas agencias no compiten en el mercado libre con otras posibles inversiones previsionales dentro y fuera del país, sino que reciben compulsivamente una porción fija de los salarios de todos los trabajadores, cobran comisiones astronómicas en relación con los sistemas vigentes en otros países del mundo y, lo más importante, no se les permite gestionar el cien por cien de los fondos según sus propios criterios, sino de acuerdo a las directrices aprobadas por el Gobierno. En definitiva, son más bien gerentes del Estado, que empresas privadas.

Cristina Kirchner, la presidenta de «todos» los argentinos, envió en estos días un proyecto al Congreso para intentar modificar este sistema. Pero en lugar de girar hacia la dirección correcta, es decir, hacia un sistema privado voluntario, decidió empeorar la situación eliminando las AFJP y volviendo a un sistema de reparto.

En lugar de eliminar la «coacción» que obliga a los trabajadores a elegir o bien por las AFJP locales (aprobadas por el Gobierno) o bien por el sistema de reparto, la propuesta pasa por suprimir las AFJP y, con ellas, el ínfimo espacio con el que contaba el mercado. El proyecto tiene como objetivo apropiarse de los fondos acumulados en el sistema, esto es, casi treinta mil millones de dólares e impagar la deuda de los últimos catorce años. Al mismo tiempo, los más de nueve millones de trabajadores deberán contribuir de forma obligatoria al sistema de pensiones de reparto público, lo que equivale a una cifra superior a los trescientos millones de dólares mensuales.

El pasado año, se ofreció la posibilidad a los trabajadores de pasar de las AFJP al sistema público, y sólo entre un 20 y un 30 por ciento aceptó el cambio (es decir, alrededor del 80 por ciento de los trabajadores permaneció en el sistema de las AFJP). Los argentinos no deseaban regresar a los sistemas de reparto justamente porque conocen sus consecuencias.

En una sociedad libre, el Estado no debería imponer ningún sistema de jubilación. En su lugar, tendría que permitir que hubiera tantos como los que establezcan los interesados según sean sus preferencias y sus situaciones económicas.

Publicado en Libertad digital

Los cinco errores de Samuelson

El Nobel de Economía Paul Samuelson publicó este domingo un artículo de opinión en El País donde critica el liberalismo defendido por otros dos Nobel como Milton Friedman y Friedrich von Hayek. Intentaré a continuación escribir una breve respuesta a los dislates allí esgrimidos:

1. El artículo comienza haciendo referencia a los años de su infancia, cuando imperaba «el capitalismo puro de los años 1915 a 1929». Primer gran error. El capitalismo «puro» en el que gobernaba el laissez faire de los liberales clásicos, de los primeros monetaristas y de los pensadores de la Escuela Austríaca de Economía, murió con el comienzo de la Primera Guerra Mundial y no estuvo presente durante esos años de guerra y de entreguerras, donde el gasto público se exacerbó y los banco centrales empezaron a gestionar «científicamente» las variables monetarias, empezando a abandonar el patrón oro.

2. Luego Samuelson se pregunta, «¿quiénes mataron este capitalismo puro?». Y su respuesta apunta al presidente Hoover y su secretario del Tesoro. La Gran Depresión, a los ojos de Keynes y también de Samuelson, fue el resultado de la inestabilidad del capitalismo: la insuficiencia de la demanda agregada y fundamentalmente de los «espíritus animales» de los inversores. Es cierto que el presidente Hoover fue uno de los responsables de la Gran Depresión, pero no por los motivos aducidos por los keynesianos. Estudios profundos de Milton Friedman y Anna Schwartz, así como de Lionel Robbins, Benjamín Anderson y Murray Rothbard, muestran que la causa de aquella crisis, al igual que la presente, debemos encontrarla en los errores de la política monetaria practicada por la Reserva Federal durante los años previos a la Gran Depresión. Básicamente, desde 1924 la Reserva Federal llevó a cabo grandes expansiones crediticias comprando deuda pública y privada (operaciones de mercado abierto) a tipos de interés artificialmente bajos. Esta liquidez inyectada por el banco central de los Estados Unidos fue canalizada hacia los llamados broker´s loans (créditos a corredores de bolsa), que iban destinados a las operaciones bursátiles. El resultado fue un auge económico, acompañado de una burbuja inmobiliaria y bursátil, que tenía como sustento la expansión de la política monetaria y que necesariamente debía terminar en algún momento, como predijo correctamente el mismo Friedrich von Hayek a través de la teoría austriaca del ciclo económico. Este pinchazo ocurrió efectivamente en 1929, luego de que un año antes la Reserva Federal revirtiera su política monetaria expansiva, por otra contractiva.

3. Más adelante Samuelson se pregunta, «¿y quién hizo resucitar al capitalismo?»y su respuesta apunta al New Deal de Franklin Delano Roosevelt. Tercer gran error. Resulta quizás uno de los mitos más importantes en la historia de la macroeconomía que el New Deal permitió, aumentando el gasto público y estimulando la demanda agregada, reducir los niveles de desempleo, revertir la situación recesiva y dejar atrás lo que se considera la depresión más profunda en la historia de los Estados Unidos. Lo cierto es que, si uno se atiene a las estadísticas, el New Deal no logró reducir las tasas de desempleo, ni tampoco estimular la actividad económica. Veamos el caso del paro: en 1932 había en Estados Unidos 12 millones de desocupados; en 1937 alcanzó su pico más bajo fue de 7.7 millones; pero luego, en 1938 volvió a subir a 10.4 millones, mostrando que las políticas practicadas eran sólo de corto plazo. Estados Unidos sólo logró abandonar la crisis económica y el estancamiento después de la Segunda Guerra Mundial. Y no sólo eso. Los estudios mencionados nos muestran que el New Deal no sólo no consiguió los resultados buscados, sino que incluso fueron los culpables de que la crisis se prolongara durante tanto tiempo.

4. A continuación Samuelson nos propone en su artículo correr hacia delante el hilo de la historia, y trasladarnos al «terremoto financiero global» de nuestros días. Afirma con crudeza que «tarde o temprano, los sistemas de mercados no regulados están condenados a la implosión», y si bien critica a Marx, Lenin, Stalin, Mao, Castro y Chávez por no considerar imprescindibles los sistemas de mercado, concluye que los orígenes del «peor terremoto financiero de un siglo a esta parte» los encontramos en el capitalismo libertario del «dejar hacer» que enseñaron Milton Friedman y Friedrich von Hayek, «al que se permitió desbocarse sin reglamentación». Y luego sentencia: «Ésta es la fuente primaria de nuestros problemas de hoy. Hoy estos dos hombres están muertos, pero sus envenenados legados perduran». Cuarto gran error.

Lo primero que debemos señalar sobre todas estas condenas, a mi juicio injustificadas, es que no existe mercado más regulado en estos tiempos modernos que el sistema financiero. Es el banco central de cada país, o de cada región, el que regula cada operación desarrollada en un sistema financiero; es el banco central el que determina la tasa de interés, el tipo de cambio y la cantidad de dinero que circula en la economía, y el que intenta determinar también la tasa de crecimiento económico e incluso el número de parados mediante lo que los keynesianos denominan la «gestión científica de las variables monetarias»; es el banco central quien determina incluso el nivel de encajes con el que deben operar los bancos comerciales; es el banco central de los Estados Unidos, la Reserva Federal, quien ha expandido la oferta monetaria en torno al 10 por ciento anual en los últimos tiempos, tal como lo hiciera con anterioridad a la Gran Depresión de los años 1930; es en el banco central donde debemos buscar el origen de la actual inestabilidad financiera mundial. En definitiva, no es menos capitalismo lo que se necesita para evitar nuevos procesos semejantes, sino más capitalismo. No es el «venenoso legado» del laissez faire de Friedman y Hayek el que provocó las dificultades actuales, sino el «envenenado legado» del intervencionismo de Keynes, que hoy sobrevive en la discrecionalidad y las regulaciones defendidas por Paul Samuelson.

5. Y por último, resume Samuelson que «la mayor parte de las pérdidas que se han producido ahora serán permanentes, como sucedió con la crisis de 1929-32», punto que suscribo. Sin embargo, agrega, «si la Reserva Federal y el Tesoro de EE UU crean suficiente dinero nuevo, la recuperación y la estabilidad serán posibles». Vemos de esta manera cómo Samuelson propone apagar un incendio con más fuego, por no haber podido determinar la causa correcta de la crisis global. Si Friedrich von Hayek estuviera presente ante esta crisis, entiendo que afirmaría que lo que se necesita es reconocer las pérdidas, abandonar toda intervención y regulación en materia monetaria y dejar que el mercado libre ajuste rápidamente los errores de inversión inducidos por la política monetaria de la Reserva Federal. Toda otra política sólo prolongará más tiempo la crisis.

Revista Digital La Escuela Austríaca en el Siglo XXI, No. 10

Este nuevo número incluye una entrevista a Roger W. Garrison, un biografía de Frédéric Bastiat escrita por Richard Ebeling y tres artículos sobre la actual crisis global y el nuevo Premio Nobel de Economía.

INDICE

Un Macroeconomista Austríaco: Entrevista a Roger W. Garrison

Bastiat: Paladín de la Libertad Económica – por Richard M. Ebeling

La Crisis del ’29 y la Actual – por Roberto Cachanosky

El Premio Nobel de Economía y la Crisis – por Rogelio Pontón

Cinco Grandes Errores del Intervencionismo de Lord Keynes y Paul Samuelson – por Adrián O. Ravier

CARTA DE PRESENTACIÓN

Nos enorgullece presentar el décimo número de la Revista Digital “La Escuela Austríaca en el Siglo XXI”.

Este número presenta una entrevista a Roger W. Garrison, catedrático de la Universidad de Auburn y principal exponente de la Macroeconomía Austríaca, o como él mismo la denominara, la “Macroeconomía del Capital”. Garrison nos cuenta el origen de su libro Time and Money, al que describe como una continuación de Prices and Production de Hayek. Explica brevemente la dinámica de su modelo gráfico de la Teoría Austríaca del Ciclo Económico y las dificultades de trasladarlo a una lógica matemática. Explica cómo los austríacos, incluído Rothbard, recibieron su aporte y señala la importancia de la teoría del capital en la macroeconomía austríaca, y la carencia de esta teoría en los enfoques monetarista y keynesiano. Responde a Tyler Cowen respecto de sus críticas a la mencionada teoría del ciclo, así como a Paul Krugman, quien la califica como una “teoría de la resaca”.

Luego presentamos una biografía de Frédéric Bastiat escrita por Richard Ebeling, quien nos recuerda que Joseph Schumpeter lo llamó “el periodista económico más brillante que haya vivido jamás” y que “La Economía en una Lección”, de Hazlitt, fue considerada por el autor como una “modernización, ampliación o generalización del enfoque que se encuentra en el panfleto de Bastiat conocido como Lo que se ve y lo que no se ve.”

Los siguientes tres artículos tienen un objetivo común, el cual es intentar comprender las causas e implicancias de los eventos que lamentablemente están impactando en los últimos días, tanto en la economía financiera, como en la economía real, del mundo globalizado.

Primero, contamos con un aporte de Roberto Cachanosky, especialista en el análisis de coyuntura bajo un enfoque austríaco, quien analiza las diferencias y semejanzas entre la crisis del treinta y la actual, junto con algunas observaciones respecto al papel de la Argentina.

Segundo, presentamos una referencia de Rogelio Pontón al recientemente galardonado con el Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, quien en sus columnas en el Wall Street Journal parece identificar al capitalismo como el causante de la actual crisis global. Pontón destaca los aportes que le valieron a Krugman el Premio Nobel de Economía, pero discute la relación que existe entre este premio y “sus opiniones, discutibles, sobre la crisis financiera internacional.”

Por último, quien escribe desea compartir una respuesta a los argumentos críticos de Paul Samuelson al “capitalismo puro” de Friedman y Hayek, en un artículo que ha sido difundido en los últimos días en varios medios gráficos de la Argentina y el mundo.

Desde la Fundación Friedrich A. von Hayek aprovechamos la ocasión para saludarlos y esperamos que disfruten de esta nueva edición de la Revista Digital.

Adrián O. Ravier
Director

Acceda aquí al 10mo número de la Revista Digital «La Escuela Austríaca en el Siglo XXI».

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El Dr. Don Jesús Huerta de Soto en los medios explicando el origen de la crisis global y proponiendo una solución

Jose Benegas entrevistó al Dr. Don Jesús Huerta de Soto en su programa radial «Repaso Nocturno» sobre las causas de la crisis global y una posible solución.

El Catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid explicó que la causa debemos buscarla en el sistema de la banca central y la expansión de medios fiduciarios que ha sido de entre un 10 a un 13 % anual, en los últimos años.

Propuso terminar con este sistema y aplicar un coeficiente de caja del 100 por cien como única medida capaz de evitar futuras crisis semejantes.

Señaló que la crisis del 2001 y el «corralito» en la Argentina son un claro ejemplo de que el sistema bancario, operando con reserva fraccionario, necesariamente culminará con la violación de los derechos de propiedad y los contratos al ser imposible para los bancos la devolución de los depósitos.

Acceda aquí a la entrevista completa.

Jesús Huerta de Soto también estuvo presente en el programa televisivo de Bloomberg explicando estas mismas cuestiones.

Por último, el Ludwig von Mises Institute acaba de publicar un artículo en inglés que sintetiza las causas de la crisis:

Financial Crisis and Recesion by Jesús Huerta de Soto

Conferencia de Adrián Ravier sobre el pensamiento de Ludwig von Mises

El 29 de septiembre y en ocasión del 127º Aniversario desde su nacimiento, Adrián Ravier expuso sobre el pensamiento de Ludwig von Mises. La presentación se realizó en el marco del ciclo de conferencias LOS PENSADORES DE LA LIBERTAD que organizan la Fundación Hayek y la Escuela para la Educación Integral.

En esta tercera conferencia del ciclo mencionado Adrián Ravier repasó la vida y obra de quien algunos consideran el pensador más importante del siglo XX.

Adrián Ravier explicó la influencia que sobre Mises ejercieron los «Principios de Economía Política» de Carl Menger, así como la deuda intelectual con su maestro Eugen von Böhm Bawerk.

Describió la traumática vida de Mises al participar primero de la I Guerra Mundial, y al exiliarse luego en Suiza y New York, escapando de la persecusión Nazi. Explicó la importancia de su Privatseminar en Viena, donde contó con la participación de economistas de primera línea como Friedrich A. von Hayek, Fritz Machlup, Lionel Robbins, Gottfried von Haberler y Richard von Strigl, entre otros; y que más tarde se volviera a desarrollar en la Universidad de New York, y donde se agregarían dos de sus principales alumnos: Israel Kirzner y Murray Rothbard.

También mencionó la creación del Instituto Austríaco de Coyuntura Económica, que funcionó bajo la dirección de Hayek, y que habría sido el único capaz de predecir los acontecimientos que caracterizaron a la gran depresión de los años 1930.

Repasó luego los aportes centrales que caracterizaron a la obra de Mises, otorgando principal atención a su praxeología y su crítica al historicismo y la econometría; sus aportes en materia monetaria y en especial la no neutralidad del dinero y la teoría austríaca del ciclo económico; su crítica al socialismo y la imposibilidad del cálculo económico; su especial caracterización de la función empresarial y sus implicancias sobre la información y el conocimiento; y su teoría del mercado intervenido.

Para ello fue necesario recorrer parte de los 22 libros y el centenar de artículos que nos dejara Mises otorgando especial atención a La Teoría del Dinero y del Crédito (1912), Nation, State and Economy (1919), Socialismo (1922), Liberalismo (1927), La Crítica al intervencionismo (1929), Nationalökonomie (1940), Burocracia (1944), Gobierno Omnipotente (1944), La Acción Humana. Tratado de Economía (1949), Teoría e Historia (1957), Política Económica, Seis conferencia de Mises en Buenos Aires (1959) y El fundamento último de la Ciencia Económica (1968).
En este «lunes negro», también podemos mencionar la síntesis que desarrolló sobre la gran depresión y el paralelismo que subrayó con la actual crisis económica mundial justamente en una jornada que se caracterizó por una fuerte baja del valor accionario de todos los mercados bursátiles del mundo.

A modo de cierre se abrió un espacio para preguntas en donde fundamentalmente se hizo hincapié en la interpretación austríca de la actual crisis global, y en las políticas económicas que se aconsejarían tomar en adelante.

La próxima exposición será el 6 de octubre y la conferencista será Eliana Santanatoglia sobre el pensamiento de Friedrich A. von Hayek.

Organizan: Fundación Friedrich A. von Hayek y Escuela para la Libertad Integral

Duración: 9 encuentros de dos horas cada uno

Lugar: Av. Independencia 1419 – Ciudad de Buenos Aires

Horario: lunes de 18 a 20 hs.

Inicio: 15/9/08

Finalización: 17/11/08

Durante el evento estarán a disposición los libros de Unión Editorial SA. Acceda aquí al catálogo.

PROGRAMA

15/09 JOHN LOCKE y ROBERT NOZICK
Eduardo Stordeur (h)

22/09 Los FEDERALISTAS y ALEXIS DE TOCQUEVILLE
Constanza Mazzina

29/09 LUDWIG VON MISES
Adrián Ravier

6/10 FRIEDRICH A. HAYEK
Eliana Santanatoglia

20/10 BRUNO LEONI
Pablo Iannello

27/10 KARL POPPER
Gabriel Zanotti

03/11 MILTON FRIEDMAN.
Osvaldo Schenone

10/11 MURRAY N. ROTHBARD
Nicolás Cachanosky

17/11 AYN RAND
Ricardo Manuel Rojas

Inscripción gratuita, con cupo limitado, por lo que requiere de inscripción previa: fundacionhayek@hayek.org.ar

 

 

Philipp Bagus Website

Esta página recoge información sobre Philipp Bagus (Doctor en Economía por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid e investigador del Instituto Juan de Mariana) y sobre su trabajo.

Acceda allí al video de su presentación «do we need to fear deflation?» (¿debemos tener miedo a la deflación?)

Acceda aquí a sus artículos de investigación.